Terminamos la serie de entrevistas al profesorado de nuestra casa. En estas 8 semanas hemos ido conociendo a algunos de nuestros docentes y sabiendo cómo han vivido este periodo aciago de la pandemia. Esta semana, conocemos a José Javier Pérez Paz, profesor de Ciencias Sociales en ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos.
¿Quíén es José Javier Pérez?
Me llamo José Javier, tengo 44 años, soy de Sevilla y estoy felizmente casado. Soy profesor del seminario de Ciencias Sociales e imparto clases en ESO, Bachillerato y Formación Profesional. Desde pequeño formo parte de la familia salesiana, ya que soy antiguo alumno salesiano (Colegio Salesiano de la Trinidad, en Sevilla) y he sido durante muchos años animador de grupos de fe.
¿Tienes algún hobby o afición que quieras compartir?
Soy un apasionado del cine y, sobre todo, de la música. Aunque ya he perdido todas las facultades vocales, de pequeño fui solista en el coro del colegio. Me encanta la historia y el arte, y dedico parte de mi tiempo libre a conocer mejor Sevilla (y, siempre que puedo, pasear por ella y descubrir nuevos rincones). También me gusta viajar. Me gusta mucho, además, todo lo relacionado con la decoración de interiores, los espacios arquitectónicos…
¿Podrías decir algo que sorprenda sobre tu forma de ser o alguna habilidad que tengas?
A pesar de que no lo parezca, soy muy tímido y me da vergüenza hacer cosas en público (hablar, bailar, contar chistes…) Pienso que, en lo relativo a las habilidades personales, soy una persona a la que le gusta estar con los demás y aprender de la gente que me rodea. Creo que soy divertido.
¿Qué echas de menos en este tiempo de confinamiento?
Echo de menos poder pasear tranquilamente, sin mascarilla, hacer un poco de ejercicio físico al aire libre. También echo mucho de menos el poder besar y abrazar a mis padres (son mayores y, por tanto, población de riesgo) Echo de menos a todos mis compañeros, los profesores, y echo mucho de menos a mis alumnos.
¿A qué dedicas el tiempo libre en casa?
Reconozco que la organización que me planteé por escrito a principios del estado de alarma, se ha quedado en el papel. No obstante, intento organizarme el tiempo libre para leer, escuchar música, ver buen cine, y hablar por teléfono (o por videollamada) con la gente que quiero.
¿Cuál es tu recorrido como profesor/a en los Salesianos de Triana?
Tras tres años en los Salesianos de Mérida, empecé en nuestro colegio en septiembre del 2007. Siempre he impartido materias de Ciencias Sociales. He sido miembro del Equipo de Pastoral Escolar, coordinando la Solidaridad. He sido animador de los grupos de fe. También, durante cinco años, presté servicio como Jefe de Estudios del Primer Ciclo de Secundaria.
¿Por qué elegiste ser profesor?
Cuando comencé la carrera de Historia del Arte, no tenía claro a qué me iba a dedicar. Todos los años de animación pastoral hicieron mella en mí y me dieron la pista definitiva: Quería estar entre los jóvenes, aprender de ellos, y ayudarles a ser mejores personas. Al final, los que me están enseñando a ser un poco mejor son todos ellos.
¿Por qué de Ciencias Sociales?
Me encantan todas las asignaturas relacionadas con las Ciencias Sociales porque considero que son fundamentales para entender nuestra sociedad. Además, las Ciencias Sociales nos hacen pensar, nos aportan valores fundamentales (como la fraternidad, el cuidado del medio ambiente, la defensa de los derechos humanos, la libertad…)
Si no hubieses sido profesor ¿qué te habría gustado ser?
Cuando era pequeño quería ser carpintero y astronauta. Nada de eso fue posible porque era muy poco hábil con lo manual y, además, sufro de vértigo. Antes de elegir la carrera de Historia del Arte, estuve a punto de haber estudiado Teatro…creo que, por ese motivo, a veces, en clase soy tan expresivo. A día de hoy, pienso que lo que mejor se me da es la docencia, aunque después de 16 años ejerciendo, me considero un completo novato.
En este tiempo de cuarentena estamos viviendo la enseñanza de una manera que no habíamos vivido nunca, ¿qué crees que vamos a sacar de positivo para nuestra labor?
Estamos aprendiendo a valorar que lo más importante no son los objetivos académicos a conseguir, sino el camino que recorremos, acompañando a nuestros alumnos, para ayudarles a ser mejores personas, buenos ciudadanos, cristianos auténticos y comprometidos con nuestra sociedad. Lo más hermoso es el acompañamiento y la cercanía. Un aprendizaje nunca será relevante ni significativo para el chaval, si no nace del cariño del educador.
Por último, ¿tienes alguna anécdota que recuerdes con cariño como profesor/a del colegio?
Uno de los días más bonitos fue el día que me despedí de mis alumnos como Jefe de Estudios. Sentí mucho cariño y agradecimiento por parte de todos ellos.
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