Continuamos con nuestra serie de entrevistas para conocer cómo están viviendo algunos profesores esta situación de confinamiento. Esta semana, conocemos a María Villa Doblas, profesora de Educación Secundaria Obligatoria, en el campo de la Física y las Matemáticas.

¿Quíén es María Villa?

Mi nombre es María, cumplí 29 años el 28 de abril, y soy de Sevilla, nací y crecí muy cerquita del cole, en el barrio de Los Remedios.

¿Tienes algún hobby o afición que quieras compartir?

Me encanta la lectura, soy una gran Potterfan, aunque esto quizá algunos muggles no lo entiendan. Soy muy aficionada al fútbol o, mejor dicho, a mi equipo favorito, el más grande de Andalucía. Este año, además, he descubierto una afición a la que me gustaría dedicarle más tiempo … ¡pilotar avionetas!

¿Podrías decir algo que sorprenda sobre tu forma de ser o alguna habilidad que tengas?

Mi afición que nadie imagina es que colecciono maquillaje, y cuando no estoy dando clase, maquillarme a mí y a otras personas es uno de mis hobbies favoritos. ¡Soy muy presumida!

¿Qué echas de menos en este tiempo de confinamiento?

Estar rodeada de mis alumnos, no solo refiriéndome a las clases en sí. A todos nos ha cambiado la vida esta situación, y aunque debemos gracias a Dios por vivirlo con salud, sigo extrañando el contacto con todos ellos y con mis compañeros, en lugar de estar día a día sentada frente al ordenador.

¿A qué dedicas el tiempo libre en casa?

En estos días no estamos teniendo mucho tiempo libre, ¡estamos trabajando un montón! Pero el tiempo que me queda libre trato de mantener el contacto con mis seres queridos mediante videollamada, y estoy intentando ponerme al día con la cocina también (es una de las cosas que peor se me da).

¿Cuál es tu recorrido como profesora en los Salesianos de Triana?

Este es mi tercer curso en el cole (parece que fue ayer cuando llegué). Me incorporé justo la semana de preparativos de la fiesta de Don Bosco, así que fue muy bonito. Todo era muy nuevo para mí, ya que no era antigua alumno de salesianos, ni conocía la Casa de Triana, más allá de la devoción a María Auxiliadora. A día de hoy me siento muy integrada y acogida en la Casa, y además de dar mis clases coordino el Proyecto Para Sumar, una experiencia de voluntariado para atender a nuestros chicos más vulnerables.

¿Por qué elegiste ser profesora?

Llevaba muchos años dando clase (particulares, en academias …), pero me di cuenta realmente de que quería ser profesora el día que me ofrecieron mi primer trabajo relacionado con mi rama de estudios (la física) estando en la facultad. Tenía que dejar mis clases para poder trabajar, y supe que no quería dejar de hacerlo por nada del mundo.

¿Por qué de Física (y Química y Matemáticas)?

Siempre me han gustado las ciencias, y descubrir el porqué de las cosas. Cuando comencé a explicarlas a los demás, me di cuenta que transmitir mi amor por ellas era algo que me llenaba. Mis asignaturas, además, suelen causar un poco de “miedo” en muchos alumnos, así que acercarlos a ellas de una manera más amigable era una de mis obsesiones. Transmitirles que el error es simplemente un camino hacia el aprendizaje, y que no debemos tener temor de equivocarnos, sino ganas de aprender.

Si no hubieses sido profesora ¿qué te habría gustado ser?

Iba encaminada a dedicarme a otra de mis grandes pasiones, la meteorología y climatología. Es un campo de la física que me encanta, especialmente por la cantidad de variables a tener en cuenta y por lo mucho que nos queda por aprender de un sistema tan caótico. Me estuve especializando en cómo afecta el cambio climático a otros sistemas que no son la atmósfera, como los océanos. A día de hoy trato de transmitir el respeto por el medio ambiente y su preservación a mis alumnos en clase.

En este tiempo de cuarentena estamos viviendo la enseñanza de una manera que no habíamos vivido nunca, ¿qué crees que vamos a sacar de positivo para nuestra labor?

Este tiempo nos ha obligado a todos a hacer un esfuerzo extra y utilizar la tecnología de forma integrada en nuestra enseñanza. El esfuerzo está siendo enorme, no solo por parte del profesorado, sino también por parte de alumnos y familias, que están haciendo un gran esfuerzo tratando de  facilitarnos nuestro trabajo.

Por último, ¿tienes alguna anécdota que recuerdes con cariño como profesor/a del colegio?

Son demasiadas vivencias día a día como para poder escoger, pero recuerdo con mucho cariño poder presentar la Finalísima de los Playbacks en la festividad de Don Bosco con mi compañero José Antonio, profe de primaria. Muchos alumnos más pequeños aun no me conocían, y cuando me veían pasar me señalaban y decían “¡mira, la seño de los playbacks!” Es muy bonito compartir esos momentos con los alumnos.