Triana se rindió a sus plantas
Finaliza otro año más la celebración de la festividad de María Auxiliadora. Pero no podemos poner punto y seguido como si nada. En este fin de semana tras culminar el pasado viernes tras la procesión, queda en nosotros ese sentimiento de añoranza, cansancio y satisfacción por todo lo vivido juntos. Puede darse el caso de que creamos que todos los meses de mayo puedan llegar a ser iguales, pero la magia de nuestra madre Auxiliadora hace que cada uno de ellos sea inolvidable e irrepetible. Los actos se suceden, pero el cómo los vivimos y sentimos evoluciona con el tiempo. Ojalá que tras este tiempo, todos tengamos un trocito de nuestro corazón dedicado a la Virgen más grande que antes.
El pasado día 24 de mayo culminábamos la celebración de la fiesta de forma apoteósica. Comenzaba el día con el rosario de la aurora por las calles de nuestro barrio, donde nuestros vecinos se daban cita a las 07:30 para pedir a nuestra Madre por las necesidades de nuestra casa, del barrio y del mundo. Proseguía el día con la celebración escolar. Nada más comenzar la mañana todos los alumnos participaron de la Eucaristía en nuestro patio redondo, característica por su emotividad y ambiente festivo, donde también pudimos contar con una nutrida presencia de antiguos alumnos. Seguidamente, las diferentes etapas contaron con distintas gymkhanas y pruebas que hicieron que la mañana se tornara en risas, carreras, alegría y mucha diversión.
Finalizada la mañana, tocaba descansar y reponer fuerzas para la tarde. A las 18:30 las puertas del templo de San Juan Bosco se abrían para que un nutrido cortejo de toda nuestra comunidad educativo pastoral comenzará a andar por las calles de nuestro barrio acompañando a San Juan Bosco y María Auxiliadora. Destacar el estreno de la carpintería del paso del padre, maestro y amigo de los jóvenes, que seguiremos viendo avanzar en su creación en los años venideros. Con este paso vimos la ilusión de muchos alumnos y antiguos alumnos que llevaron con mucha frescura a nuestro titular.
Hacia las 19:00, María Auxiliadora asomaba por las puertas de un templo ante una calle abarrotada de feligreses deseosos de ver otro año más a su Madre por las calles de su barrio. La Virgen fue acompañada durante todo su trayecto en el que caben de destacar las visitas a nuestra hermandad vecina de la Estrella, donde se realizó una oración de acción de gracias por el 25º aniversario de la coronación de la Virgen, que celebraremos con la visita que nos harán el curso próximo. Posteriormente, ante nuestra Señora de la Esperanza, para finalmente acabar recalando ante la parroquia de Santa Ana. Tocaba regresar a un barrio que recibió a su madre con todos los honores, preciosamente adornado y lleno de júbilo y devoción.
Puntualmente, la procesión llegaba a su fin a las 00:30, con María Auxiliadora ya en su templo lleno de fieles que emocionados, recibían la bendición solemne y entonaban el rendidos a tus plantas.
Sin duda, ha sido un punto final a una fiesta llena de amor y devoción a nuestra Madre, que esperamos que nos siga auxiliando a nuestra labor diaria por la educación y salvación de los jóvenes.
¡Viva María Auxiliadora!