Ya nos dijo Don Bosco que la “santidad consiste en estar siempre alegre”, y ayer si algo se respiró en nuestra casa fue alegría por los cuatro costados. Alegría por volver a sentirnos con la intensidad con la que solemos hacer las cosas aquí en Triana. Alegría por poder celebrar juntos, por poder cantar, reír, jugar, correr y disfrutar en general. Porque, aunque aún vivimos en una situación diferente, ayer pudimos volver a sentir como siempre.
La jornada comenzaba a las 09:00 para todos los alumnos de nuestro colegio, que fueron incorporándose a las clases con sus tutores mientras se preparaba el desayuno, cortesía del AMPA del centro y repartido con la colaboración de los miembros de ADMA, para todo el alumnado. Mientras los pequeños desayunaban, los mayores comenzaban a llevar las sillas a las pistas deportivas, lugar de encuentro para la celebración de la Eucaristía.
A las 10:00 comenzábamos la celebración, con todo el colegio reunido y con la presencia de los antiguos alumnos que quisieron compartir este momento tan bonito en al que es su casa. Presidida por nuestro director titular, D. Diego Molina Aguilera, y con la presencia de toda la comunidad salesiana, la celebración se sucedió en un ambiente de alegría y respeto, con el coro de alumnos animando un momento para todos emotivo. Finalmente, la acción de gracias correspondía a nuestros alumnos de infantil, que supieron dar un broche de color y alegría añadida a la celebración.
Tras la eucaristía llegaba el recreo y, después, volver a celebrar, por etapas educativas, los juegos oratorianos. Volvió a nuestros patios el tirar a la cuerda, el balón-tiro (o, mejor dicho, “el matá”), los pisaglobos, el pañuelito… En un ambiente de fiesta y sana competición. Nuestros alumnos lo dejaron todo en la pista y animando a sus compañeros, volviendo a disfrutar como el estilo salesiano manda.
El Solemne Triduo se celebró los días 28, 29 y 30 de enero, presidido por Don José Carlos López Barba, Don Diego Molina Aguilera y Don Gustavo Martagón Ruiz respectivamente. La animación de las celebraciones estuvo a cargo de los distintos ambientes y asociaciones de la Casa, destacando la alta participación de la Familia Salesiana, fieles a la cita con el Padre, Maestro y Amigo de la Juventud. La gran fiesta llegó a la Parroquia la tarde del 31 de enero. A las 19:00 se abrieron las puertas y en unos instantes estaba llena de fieles. Los «Seises de María Auxiliadora», como los bautizó Don Luis Cornello, se vestían en los salones parroquiales mientras el Señor Arzobispo era recibido en la puerta del Colegio por D. Diego Molina y D. Julio Vera, directores Titular y de Centro, y era conducido a las puertas de la Parroquia donde era recibido por el Párroco, Don Gustavo Martagón, y los acólitos portando la cruz y el acetre con el agua bendita.
Era la primera vez que Don José Ángel Saiz Meneses visitaba nuestra Casa Salesiana y Parroquia como Arzobispo de nuestra Archidiócesis. Fue conducido ante el Sagrario donde dirigió las primeras oraciones a Jesús Sacramentado y de allí pasó a la sacristía, donde mientras se revestía confesó la alegría que sentía por visitar a los Salesianos. Dispuestos los acólitos para la procesión de entrada en la puerta principal, recibieron al Arzobispo y los concelebrantes dando comienzo la Santa Misa, «una celebración, hermosa, cuidada y medida» como después dijo Don José Ángel, en cuya homilía nos exhortó a seguir trabajando por salvar las almas de los jóvenes, no sólo a los Salesianos si no a todos los agentes de pastoral. Especial ilusión hizo al Arzobispo ver a los Seises de María Auxiliadora, confesando que aún no había visto a los Seises de la Santa Iglesia Catedral. La celebración fue animada por la Parroquia y la Asociación de Antiguos Alumnos. Finalizada la eucaristía, que estuvo concelebrada por los padres salesianos de nuestra Comunidad se procedió a las fotos de rigor con el pastor de la Iglesia de Sevilla.
Agradeciendo la invitación y contento por la amplia participación de la Familia Salesiana de Triana en la celebración se retiró el Arzobispo y terminaba el día de San Juan Bosco en nuestra Casa. Posteriormente, el 1 de Febrero, fue la Jornada de la Gratitud en la que recordamos a los Excmos. Srs. Condes de Bustillo, Don Pedro Armero y Manjón y Doña María Luisa Díez e Hidalgo. Se celebró con una eucaristía presidida por el Director Titular y concelebrada por el Párroco y Don Carlos Correas. La misma se aplicó por el eterno descanso de los Salesianos Difuntos y por los benefactores de nuestra Casa.