El pasado domingo 31 de marzo nuestra Casa tuvo ocasión de demostrar que la Cuaresma es un tiempo propicio para la solidaridad. Y lo hizo siguiendo el mejor estilo de Don Bosco: educando en el trabajo y la solidaridad. Trabajo como colaboración en la obra creadora de Dios y Solidaridad como transformación de la realidad material, humana y social.

En esta ocasión la Paella Solidaria se hizo con el fin de recaudar fondos por una economía solidaria en el pueblo de Salinas (Ecuador). Este proyecto tiene como objetivo el fortalecimiento de pequeñas productoras de plantas aromáticas. En él se da protagonismo a las mujeres, auténticos motores del desarrollo local, adaptando la producción a las exigencias del mercado y a las normativas vigentes en su país. Las beneficiarias directas del proyecto son mujeres campesinas de origen humilde, algunas de ellas indígenas, que se han agrupado en torno a las comunidades parroquiales y que, sin ayuda, no logran constituirse en organizaciones de derecho; de ahí, la importancia de nuestra colaboración. Los Salesianos llevan más de 20 años trabajando en esas comunidades a través de la Fundación Familia Salesiana Salinas, cuya web se puede consultar en www.salinerito.com.

La asistencia a la paella resltó masiva y la recaudación final para el proyecto alcanzó los 2269,28€. Y todo ello a pesar que la lluvia se predecía amenazante y que los dos equipos sevillanos jugaban en el mismo tramo horario que nuestro evento.

Damos las gracias a todos y cada uno de los que con su esfuerzo y presencia hicieron posible el mensaje para la Cuaresma de 2019 del Papa Francisco: “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rm 8,19).